El Gobierno de Chile reabrió, tras dos años de cierre de actividades, la ruta de ascenso al cráter del volcán Villarrica, el más activo de Chile y uno de los que tiene mayores registros históricos de erupciones en Suramérica.
“Esto nos permite volver a trabajar luego de dos años de cierre, con un trabajo que fue difícil, que perjudicó la economía de los guías y que puso en peligro nuestra profesión, pero que nos permite volver a subir al volcán Villarrica con mucha alegría”, dijo en un comunicado el presidente de la Asociación de Guías de Montaña de Pucón, Rodrigo Escobar.
El Villarrica, situado en Pucón, en la región de La Araucanía, a unos 900 kilómetros al sur de Santiago, es un gran atractivo turístico de la zona y a partir del 22 de noviembre volvió a recibir turistas nacionales y extranjeros.
“Es el principal atractivo de nuestra comuna, muy solicitado por turistas de todo el mundo, un esfuerzo colectivo que nos llena de satisfacción por el fuerte impulso de la comuna”, señaló el alcalde de Pucón, Carlos Barra.
Considerado “el macizo de lago de lava más activo de Suramérica”, su ascenso estuvo cerrado por su gran actividad volcánica, siendo la última explosión el 11 de julio de 2024, donde su columna de humo y cenizas superó los 600 metros de altura.
Un protocolo de seguridad que permite la reapertura a turistas
La reapertura, según el comunicado, ha sido posible tras la elaboración de un protocolo de seguridad que “permitirá el ascenso observado en una marcha blanca de un mes, asegurando la implementación de diversas medidas que garanticen la seguridad de los turistas”.
“El protocolo estará vigente siempre que la alerta técnica emitida por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) se mantenga en nivel verde y no exista un perímetro de seguridad alrededor del volcán”, puntualizó el comunicado.
El volcán Villarrica es el primero del Ránking de Riesgo Específico de Volcanes Activos de Chile y considerado uno de los que tiene mayor registros históricos de erupciones de Suramérica (1948, 1963, 1964, 1971 y 1985).
Este protocolo lo crearon diferentes organismos, asociaciones y gremios turísticos, políticos, y de aventuras, y está coordinado por diversas instituciones y actores locales, como la Asociación de Guías de Montaña de Pucón, Corporación Nacional Forestal (Conaf) y la Delegación Presidencial de La Araucanía, entre otros.